“Algunos aseguran que el origen de la palabra gol
proviene del inglés “goal” que significa meta u objetivo”
En una tarde más fría de lo
esperado el Axouxeiriños venció por 1-0 a un aguerrido Irixo.
Buen comienzo de partido con 20
minutos para recordar. El centro del campo con Lucas y Yago dominó
completamente el ritmo del juego manteniendo una constancia que nos permitió
llegar con claridad al área. Un muy buen Fer, con gran despliegue físico, daba apoyos
y opciones de pase que conseguían abrir el campo. Las principales ocasiones,
sin embargo, llegaron por la otra banda: remate en el área pequeña de David que
se encontró el portero aún no sabe cómo, la rodilla de Marce impidió culminar
un buen desmarque, Yago desde el fondo no le da la fuerza suficiente a un pase para
el remate de Pablo…
Ningún problema para nuestra
defensa en esta primera parte; anulados sus atacantes contribuyeron a la
creación del juego apoyando al medio y dando el balón en pases medidos, sin
sortearlos.
Todo bien. El equipo disfrutaba,
el balón era nuestro y lo llevábamos a dónde queríamos y cuándo queríamos.
Tanto lo llevábamos que parecía que queríamos entrar con él en la portería contraria.
Nos faltaba definición y eso que el portero contrario en ningún momento dio sensación
de seguridad.
A partir de la media hora el
juego ya no tuvo la misma claridad. Intentamos, atropellados, atacar por el
centro con pases bombeados al borde del área; uno de ellos, de Marcos, fue bien
peleado por Pablo que consiguió librarse de su marcador y de otro defensa para cruzársela
al portero y meter un gol más que psicológico.
La segunda parte empezó con ellos
mucho más decididos que nosotros y, aún sin crear verdadero peligro, sus
llegadas fueron constantes. Reseñar la gran labor de Tarrío como central.
Durante todo el partido hubo
interrupciones frecuentes que hicieron muy difícil mantener un ritmo que
favoreciera nuestro juego. En la segunda parte esta circunstancia se agravó. Un
golpe a Marce tampoco ayudó a seguir profundizando por la banda izquierda.
Fundamental la labor de Pablo que
peleó, en solitario, lo indecible y nos dio aire cuando más lo necesitábamos al haber perdido la posesión por los cambios en la medular.
Poco a poco fuimos recuperando el
control del balón. Arriba las combinaciones de Almeida, Lalo, Yago y Carballo hicieron
el campo mucho más grande para ellos y el único peligro vino por las faltas (2)
al borde del área (¿por qué se hacen sin necesidad?) que nos pudieron dar un
disgusto.
En el último cuarto de hora
pudimos sentenciar con una jugada “a lo buitre” de Almeida y con un remate de
Pablo alto por botar el balón justo antes de llegar a su bota.
Victoria importante y merecida que
nos permite seguir creciendo pero debemos ser conscientes que no se puede perdonar tanto. Cuando
llegamos al área el objetivo tiene que ser el gol. Necesitamos un chisco
(o más) de sangre en el ojo.
En este equipo, que cumple 20
años (a la mierda el tango, veinte años son muchos), a la persona que dirige
desde el banquillo siempre se le llamó “coordinador”. Hoy, y muchos otros días,
el míster ha hecho honor a ese nombre. Coordinar a 17 jugadores no es nada
fácil (y sé lo que digo porque estuve ahí). Cada uno tiene sus teimas y sus
momentos y, además de intentar leer el partido, hay que bregar con los egos. Pongámoselo
fácil.
Pero si vuelve a hacer un cambio
como en el último minuto a la picota con él ;-)
El fútbol tiene unos códigos que hay que respetar.
El fútbol tiene unos códigos que hay que respetar.
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